Repaso de los números del 80 al 100:
La clase iniciará repasando los números trabajados realizando conteos ascendentes y descendentes, luego escribiré en el tablero y cada uno nombrará algunos de los números escritos.
Ejecutarán las actividades propuestas en el cuaderno.
La centena:
Vamos a reconocer que una centena equivale a 100 unidades y contaremos de 10 en 10 hasta completarla, vamos a repartir entre los niños elementos para que cada uno haga conjuntos de 10 unidades hasta llegar a 100.
Vamos a realizar la ficha de trabajo de la centena según las indicaciones que nos da la profe.
Respeto la labor de cada trabajador:
Vamos a admirar y a valorar la labor que hace cada una de las personas que nos rodean, vamos a ver un video en el cual se mostrarán los diferentes oficios y profesiones, cada uno dibujará en el cuaderno la que más le gustó.
Cuento: Los oficios de Zacarías
Escucho con atención el cuento a la vez que aprendo sobre los oficios.
Los oficios de Zacarías
Zacarías leyó el diario y encontró un aviso que solicitaba "peluquero experimentado". Lo leyó varias veces y, a pesar de que no sabía lo que significaba "experimentado", decidió pedir el trabajo y allá fue...
Lo contrataron y le dieron un delantal blanco, un peine y una tijera y, así, Zacarías se puso a esperar la llegada del primer cliente.
Al poco rato entró en la peluquería un desprevenido señor que deseaba un corte de pelo.
Zacarías, muy contento, comenzó a cortar un poco por aquí... otro poco por allá... pero no lograba un corte parejo y, entonces, se dio cuenta de que no era tan fácil ser peluquero. Y siguió emparejando, hasta que el pobre señor quedó totalmente pelado.
Tuvo que correr más de cinco cuadras para escapar del enfurecido cliente y del dueño de la peluquería.
Pero como Zacarías necesitaba trabajar, decidió intentar otro oficio y, esta vez, se convirtió en "albañil".
"Esto sí que es fácil", pensó, "sólo hay que poner ladrillos uno sobre otro... ¡y listo!
Así lo hizo; sólo que cuando terminó de levantar las cuatro paredes, se había olvidado de hacer el hueco de las ventanas y de la puerta y, lo peor, fue que él había quedado atrapado dentro.
Hubo que derrumbar media casa para rescatarlo y, por supuesto, perdió el empleo.
Zacarías probó trabajar como "sastre" y resultó un "desastre" y de la sastrería también lo echaron.
Esta vez se encontraba algo desalentado, pero igualmente tomó el trabajo de "plomero".
Cuando terminó de conectar todas las tuberías sin contratiempos, creyó que por fin había encontrado el oficio adecuado y se sintió satisfecho.
Claro que esa satisfacción le duró muy poco porque, cuando la dueña de casa fue a cocinar y quiso encender el horno, se le llenó de agua y el pato que estaba en la fuente se fue nadando...
Zacarías había hecho tal mezcolanza de tuberías, que para que saliera agua por la canilla había que descolgar el teléfono y para hablar por teléfono meterse en la ducha. El televisor se encendía con la llave de luz del comedor y la luz del comedor, abriendo la canilla de la cocina.
En fin, ¡un completo fracaso!
Esta vez sí que Zacarías se encontraba verdaderamente desalentado, pero ¡muuuy, muy desalentado!
Y fue su abuelito el que con mucha sabiduría y cariño le encontró la solución del problema:
-Pero Zacarías, ¿por qué te empeñás en realizar oficios que no conocés? -preguntó el abuelo.
-Lo que pasa es que yo no sé hacer nada bien -contestó muy triste Zacarías.
-No es verdad; lo que pasa es que no sabés buscar trabajo porque hay algo que sabés hacer muy bien y que te gusta -dijo el abuelo.
Y era cierto porque a Zacarías le gustaban las plantas y tenía un hermoso jardín.
Ahora, gracias a su abuelo, sabía que podía convertirse en un buen "jardinero".
BARTHE, Raquel Marta.
Luego de la lectura le preguntaré a cada uno cuál fue el oficio que más le gustó de los que hizo Zacarías y cuál le gustaría realizar a ellos, por último colorearán unas fichas en las que vamos a encontrar diferentes profesiones.
REALIZEMOS LAS FICHAS DE TRABAJO