Cuento. “El Molino y la mula”
Hace mucho, mucho tiempo, vivió un panadero que molía el grano en su molino con ayuda de su amiga la mula Mila.
El panadero vivía junto a un gran río, en lo alto de una pequeña colina. Allí cultivaba su trigo, lo molía y cocinaba el mejor pan, según decían los habitantes del pueblo.
La mula Mila era la encargada de girar y girar para moler el grano. El panadero cuidaba mucho a su buena amiga la mula y nunca dejaba que trabajase más de lo necesario.
Mila disfrutaba mucho moliendo el grano.
Le encantaba ver girar la rueda del viejo molino que emitía un divertidísimo ruido en cada giro que daba; parecía como si estuviese sonriendo y con cada vuelta se escuchaba una suave carcajada.
Ella estaba segura de que el molino disfrutaba mucho de su compañía y, por eso, acudía con entusiasmo a trabajar todos los días.
Con el paso del tiempo, el pan que preparaban el molino, la mula y el panadero, se hizo tan famoso que hasta el mismísimo Rey mandaba a sus sirvientes para que lo comprasen.
Su fama hizo que los encargos de pan creciesen demasiado. Eran tantos los encargos que el panadero recibía, que la pobre mula Mila no daba abasto para moler tanto grano, y el panadero no conseguía cocinar tanto pan.
Cuando bajaban al pueblo, nadie estaba contento, pues después de que el rey se llevase sus barras de pan, sólo quedaban unas pocas barras para abastecer al resto de habitantes.
El panadero, la mula y el molino estaban agotados.
Una mañana, el panadero se acercó al molino, donde la mula Mila trabajaba sin descanso, acarició a su mula y la soltó – descansa amiga mía, te lo has ganado –
Mila se dio cuenta de la tristeza de su buen amigo y quiso seguir moliendo, pero el panadero no la dejó.
La mula y el panadero se sentaron junto al molino. Las dulces risas del molino dejaron de escucharse y los tres se quedaron tristes sin saber qué hacer para solucionar el problema.
Los habitantes del pueblo comenzaron a impacientarse y su descontento llegó a oídos del Rey. El rey decidió ir en persona para ver porque el panadero no podía cocinar más pan.
Cuando el Rey llegó al hogar del panadero, vio lo que sucedía.
Aunque el panadero quería amasar su pan como había hecho siempre, tanto él, como su mula y su molino se habían hecho mayores y ellos solos no podían cocinar todo el pan que los habitantes del pueblo y el Rey necesitaban.
El Rey reunió a todos los pensadores de palacio para poder ayudar a su panadero.
Así, construyeron un gran molino, que giraba gracias a la fuerza del agua y llevaron a dos jóvenes aprendices para que el panadero les enseñase su oficio.
En poco tiempo, el panadero enseñó todo lo que debían hacer para elaborar un magnifico pan.
El molino funcionaba rápido y la mula Mila ya no estaba tan cansada y dedicaba sus días a pasear por los inmensos pastos.
Pero el viejo molino ya no sonreía. Nadie se acordaba de él, pues todos tenían su pan y era lo único que importaba.
El anciano panadero y la mula Mila se dieron cuenta de la tristeza y soledad de su buen amigo el molino, que había trabajado junto a ellos toda la vida
Pensaron que no era justo abandonarle sólo por ser un molino viejo y se les ocurrió una idea.
La mula y el panadero pintaron el molino, lo limpiaron y trajeron un montón de muebles.
Convirtieron el molino en un hogar. Junto al molino, construyeron un pequeño establo para la mula Mila. Al amanecer y al atardecer, la mula daba unas vueltas a la rueda del molino, para empezar y terminar el día con la alegría de su buen amigo.
Y así, vivieron felices hasta el fin de sus días, disfrutando de la vejez, pero siempre en compañía.
FIN
Autora: Beatriz de las Heras García.
DESARROLLEMOS LAS FICHAS DE TRABAJO
¿Cuál es el significado del hábito 2?
2. Segundo hábito: Tener un fin en mente. En este hábito se trabajan una serie de principios ligados al liderazgo personal. Para comenzar a practicarlo, es necesario visualizar cómo nos gustarían que nos vieran las personas de nuestro entorno si un día desaparecemos.
vamos a ver el siguiente video
https://www.youtube.com/watch?v=UQNtad5crN4
Después de ver el video, lo vamos a socializar.
Luego ya que hacemos mención del número dos, vamos a identificar en nuestro cuerpo cuales partes se encuentran en grupos de dos y las vamos a pintar de un color diferente al resto de las otras partes del cuerpo en la siguiente ficha:
Realizaremos en nuestro cuaderno planas con los diferentes números del 0 al 10 y de las vocales.
¡EXPLOREMOS NUESTRO MUNDO!
Realizaremos una visita guiada por nuestro colegio en la cual identificaremos las diferentes vocales, contaremos los objetos que encontramos en nuestro entorno, identificaremos los diferentes colores primarios y secundarios de nuestro entorno y también identificaremos cada sentido que utilizamos para realizar las diferentes acciones.
¡Vamos a cantar y a bailar!